martes, 1 de diciembre de 2009

RAMÓN SANTAELLA: ESTE ES EL MEJOR DE LOS LIBROS DE AGUSTÍN BLANCO MUÑOZ

Estos son sólo unos comentarios al N° 21 de la Colección “Testimonios Violentos”, de Agustín Blanco Muñoz: El 11 de abril de 2002: Yo lo vi llorar. Habla el Capitán Otto Gebauer Morales, venezolano que piensa como ciudadano alemán, tanto que (en nuestra percepción), pareciera reflejarse desde su interior, la posibilidad de considerar consciente o inconscientemente que la M sobra como parte de sus iniciales, porque “rompe” con la armonía de las dos restantes.
Tal vez, nos hemos topado con uno de los mejores, si no el mejor de los libros escritos por ABM, por tres poderosas razones:
LA DIVERSIDAD DE CRITERIOS CONFIRMA LO COMPLEJO DEL JUICIO HISTÓRICO
Está relacionado con el acontecimiento más importante de esta primera década del S.XXI en Venezuela (11-04-02), alrededor del cual se percibe una compleja trama de situaciones que a muchos incrédulos impresiona, aunque surgirían conjeturas, reflexiones y juicios diversos, evitando indiscutiblemente, un solo criterio conclusivo en el común de los lectores; en consecuencia, imperará la diversidad de criterios, confirmando lo complejo que resulta el juicio histórico. Esta confirmación es lo que hace importante la obra de ABM.
La misma, involucra un número considerable de personas sin ser crónica a lo guerra de Troya o referencia épica a lo campañas de Aníbal; la mayor parte de los involucrados en la obra, aparecen como actores de reparto de un fracasado montaje, en el cual simplemente, “se” limitan a negar su participación en los hechos, cuando una gran audiencia de observadores y estudiosos de los acontecimientos de nuestra historia actual recuerda “su brillante actuación”, tal como lo revela el entrevistado-coprotagonista, al entrevistador-historiador.
Incluso, el libro revela a un coprotagonista entrevistado por los sucesos referenciados como la persona más “impresionada” por dichos acontecimientos y sus proyecciones, cuestión perfectamente comprobable por tratarse de la única víctima que resultó del complejo evento del 11-04-02, quien deberá “pagar” condena por más de 12 años en la Cárcel de Ramo Verde.
UNA TRAMA POLÍTICA QUE DESENCADENA EN LA FURIA DE LOS PODERES
El libro concibe la trama política montada o inspirada en la preparación y accionar de una numerosa manifestación de las oposiciones nacionales que se “unieron” circunstancialmente, ese día, para marchar hacia Miraflores y protestar contra el Gobierno del Presidente de la República, cuestión que “obligó” a éste como Director del montaje y actor principal, a emplear la fuerza que produjo la muerte de 19 ciudadanos, cuestión desencadenante de lo que pudiéramos llamar “la furia de los poderes”.
En tal sentido el llamado TSJ, cumpliendo órdenes del Director y primer actor, no tiene más salida que concluir esa parte de la trama histórica con una serie de prisiones y juicios condenatorios de cuatro comisarios de la Policía Metropolitana (30 años de prisión), y agentes de la misma policía (con menos tiempo, supuestamente por cumplir órdenes de los comisarios).
Una trama política que de haber ocurrido en los albores del siglo XVI, hubiese hecho quedar en ridículo a Nicolás Maquiavelo. “El Príncipe” de la trama política.
HAY QUE DESENMASCARAR AL GRUPO MILITAR
CONTRARREVOLUCIONARIO
Se añade a ella, la breve participación de un empresario (Pedro el “Breve”) que se creyó el cuento del “vacío de poder” y aupado por un sector importante del generalato descontento con el régimen, quiso trascender lo previamente planificado por dicho Director, dándole un toque de mayor realidad y crudeza al referenciado montaje con lo cual, se permitiría al gobernante (encarnado por el Primer Actor y Director), desenmascarar al grupo militar contrarrevolucionario.
El drama es representado por una mayoría de “noveles” actores, involucra como guionista a dicho Director-primer actor, quien, sabiéndose culpable de un delito grave contra la ciudadanía (19 muertos), se siente obligado a modificar el guión de la obra y en consecuencia, la trama misma; entonces, se adjudica el papel de secuestrado e involucra a varios actores de reparto (capitanes, mayores y generales de brigada y división), los motiva para que seleccionen entre ellos, a un coprotagonista, preferiblemente capitán que cargaría con la culpabilidad de los acontecimientos planificados por él. Realmente, estamos en presencia de una trama interesante.
UNA CONFRONTACIÓN DIALOGADA ENTRE ENTREVISTADOR Y TESTIMONIANTE
Entre el entrevistado (coprotagonista del montaje) y el entrevistador, se advierte una especie de “confrontación” dialogada que pudiéramos calificar casi como virtual; se “enfrentan” en un diálogo con preguntas y respuestas, cargado de denuncias y acusaciones relacionadas con los eventos en cuestión; ello es razón para que la finalidad-propósito difiera en ambos, el coprotagonista se preocupa por saber las razones por las cuales está condenado a más de 12 años de cárcel, mientras, sin delación, insinúa casi con ingenuidad, culpabilidad del grupo de compañeros (actores de reparto), que actuaron no como él esperaba, sino de acuerdo a los arreglos del guionista-Director-primer actor, que el entrevistado desconocía, razón por la cual su actuación fuese verdaderamente brillante como espontánea y rigurosa, tal como esperaba dicho Director.
Para el entrevistador, historiador de la actualidad política en Venezuela, el propósito es lograr que el entrevistado denuncie con nombre y apellido a los culpables en cada escena del macabro montaje del 11 de abril de 2002. Esta parte de la obra transita en unas 500 páginas sin que el entrevistado ceda a los objetivos-requerimientos del entrevistador, sin que el lector, ávido del desenvolvimiento de la trama espaciada entre ambos personajes, logre satisfacer la “ansiedad” generada por los mismos.
DEL MONTAJE TEATRAL A LA INGENUIDAD POLÍTICA
Si la DIM no logró obtener con torturas al protagonista entrevistado, el nombre de implicados en la trama “golpista” del 11-04-02, cómo pensar que el entrevistador lograría mejor resultado, no porque este último estuviese empeñado en comprobar su hipótesis del montaje teatral, sino que el entrevistado también estuvo empeñado en demostrar su verdad, totalmente diferente, sin lograr trascender en momento alguno, lo que percibimos como fuerte carga de ingenuidad política, su verdad sigue la ruta aprehendida desde niño, la inculcada por el padre alemán que le forjara rectitud y honor como divisas.
En consecuencia, el libro es síntesis de dos verdades, dos caminos y dos posiciones coherentes, más no coincidentes.
El “enfrentamiento”-diálogo entre entrevistado y entrevistador, logra lo que pudiéramos asumir como lo hermoso de la obra escrita, fina y sutil didáctica que solo logran los buenos directores de cintas fílmicas, brindarle la oportunidad al público, en este caso, al lector, de involucrarse en el diálogo fundamental de la obra y discutir con los autores del libro y los actores de la obra-montaje como si cada lector se convirtiese en un tercer “autor” indiscutible del mismo.
EL OBJETIVO: LA REFLEXIÓN CONTINUA QUE LLEVE A ENJUICIAR
A LOS ACTORES PRINCIPALES DEL 11A-02
Este último “actor”, quien menos ha tenido que ver con todo el trabajo que se ha venido montando desde 2005, recibe la oportunidad de convertirse en juez, sacar sus propias conclusiones, emitir juicio y condenar a quien y quienes considera son los culpables de la trama en la vida real, sin dejarse arrastrar por la virtualidad. Los dos primeros y reales autores del libro, invitan al “tercero”, entre preguntas y respuestas, a dedicar parte de su silencio, según permitan las circunstancias, para imaginar y construir un íntimo diálogo-entrevista, exento de compromisos y complicidades, de temores y presiones que hagan posible la reflexión continua, hasta ser capaz de enjuiciar a los actores principales de lo acontecido el 11 de abril de 2002, y días después.
EL ¡NO MENTIRÁS! DE OTTO GEBAUER
PERFIL DEL ENTREVISTADO
Actor seleccionado “en votación secreta y en secreto”, por y entre los actores de reparto, para coprotagonizar la obra montada el 11-04-02; sería a la vez, una especie de “sombra” del protagonista, lo vigilaría, iría junto a él a los diferentes ambientes del rodaje-montaje y al final, pagaría por cuanto percance ocurriese en el montaje de la obra); dicho perfil, sin embargo, no garantiza la conexión con lo real por tratarse de la percepción de un lector que ha hecho deducciones de la lectura de la obra en cuestión:
Otto se nos presenta como poseedor de fuerte carácter, producto de la crianza recibida de un padre de origen alemán cargado de principios y valores propiciadores de la rectitud conductual del niño, del hombre, del militar; crianza que bien pudiera armonizar, dada la circunstancia, con la de los espartanos de la Grecia antigua. Un mandamiento sintetiza esa formación, ¡no mentirás!
Otto se encuentra entre dos columnas clavadas en la tierra, inamovibles, su fortaleza, su ego, le impiden ceder ante los requerimientos de otros, es capaz del sacrificio, no por voluntad consciente, simplemente, no sabe mentir, muestra de ello, es haber fallado en la construcción de su proyecto de vida al tomar el camino de la profesión menos adecuada a su personalidad.
La manera de conformar su conducta no ha dejado de ser obstáculo para construir amistades, debiendo conformarse con pocas manifestaciones amigas, aunque, cualitativas (posiblemente, Otto se repetirá: no importa cuántas amistades he construido, importa la calidad de las mismas).
RECTITUD E INGENUIDAD POLÍTICA
Esa conducta, cuyos parámetros le fueron forjados desde niño, para orgullo del hombre y del “militar”, no escapa de ser al mismo tiempo, la causa de su gran “debilidad”, cierto grado de ingenuidad, fundamentalmente política, escondido en la fachada de la rectitud de quien ha cultivado una fuerte moral que le obliga a ser honesto mientras más cerca se encuentra de la verdad. Condición indudablemente, tomada en cuenta por el Director y sus ayudantes, para darle el segundo papel en importancia, del montaje referenciado.
La lectura del libro que nos ocupa ha permitido “adentrarnos” perceptivamente en la personalidad de Otto; podemos estar equivocados pero, su apego a la conducta recta, con todo respeto, permite evocar al gran actor humorista argentino Luís Sandrini, en su hermosa película de mediados del siglo XX: “La chicharra no es un bicho”, donde el autor, dado un decreto de cuarentena, es tomado por sorpresa dentro de un motel con una chica y desde allí llama a la esposa y cuenta todo lo que está ocurriendo a riesgo de quedar sin familia, sin trabajo y en la mirilla de todo aquel que sonríe a su paso.
EL COMPORTAMIENTO DE POCOS ES LO QUE NOS HACE GRANDES
Por lo visto amigo mío, en nuestra sociedad, la honestidad-ingenuidad pesa demasiado y produce más daño moral que la corrupción porque mediante la práctica de esta última, alcanzas la gloria material y el respeto de las personas que desean lograr cuanto has alcanzado; con la honestidad-ingenuidad, pecas tanto en esta sociedad que pudieras merecer el desprecio de los demás con un comportamiento que resulta “irregular” para buena parte de la ciudadanía. Es el comportamiento de pocos, sin embargo, lo que nos hace grandes.
Otto es un hombre tan obcecado por la verdad y la rectitud en el comportamiento conductual militar que ante las presiones por convertirlo en militar “sapo”, solo reacciona cuando nombran a su hija los miembros de la DIM que le torturan para que responda cuanto ellos desean oír. Reclama tal actitud, pero continúa aferrado a sus principios y sueña en el devenir, por consiguiente, es optimista porque confía en sus valores y principios. No cede en momento alguno, no parece inmerso en el sistema capitalista, sus principios no son mercancía, solo tienen valor de uso. Como él mismo afirma: “he perdido casi todo, mi carrera, mi trabajo, solo me quedan: el honor que profeso a la verdad, el estandarte de la dignidad y la familia, aunque me han convertido en un mantenido de mi esposa y no haya podido ser padre para mi hija.
LOS HOMBRES QUE CULTIVAN LA VERDAD SON COMO EL MIURA
QUE SE ENFRENTA AL TORERO SIN SABER QUE OCULTA EL ESTOQUE
Amigo mío, los hombres que cultivan la verdad en esta sociedad, son como el miura que se enfrenta al torero sin saber que oculta el estoque que le matará, en el reverso de la muleta.
La moralidad que tanto molesta al común en nuestro país, es la clave de la personalidad de Otto, al punto de preocuparle más que lo hubiesen enjuiciado por faltas al “Decoro” que por “insubordinación” y “secuestro” al Presidente de la República, y hasta, por haber “intentado” el magnicidio.
Su ingenuidad, entre varios ejemplos posible, se percibe claramente en la p. 308, cuando dice al entrevistador: …”pienso que nos hicieron esto porque no quisimos ser parte de la trama…”. Precisamente, en ese momento se consagró como coprotagonista del montaje, el hombre perfecto para cargar con toda la mentira tramada en la obra, el que podía ser enjuiciado como culpable de cuanta acusación se le hiciera en los Tribunales Militares, siempre apegado a su verdad; por eso continuará cumpliendo su sentencia de 12 años y afirmando siempre que no participó a consciencia en los eventos del 11 de abril de 2009.
Pero, tal vez su mayor grado de ingenuidad radique en creer en la dignidad de las FA, pensando que como parte que fue de la misma, él la representaba.
BREVE PERFIL DEL ENTREVISTADOR ABM
Es observador, imaginativo, impulsivo y consecuente con sus ideas, cuestión determinante en su “decisión” de ser agente y director de sus proyectos investigativos.
El deseo de ver coronada la comprobación de su hipótesis sobre el montaje de la obra del 11-04-02, le lleva casi de manera constante a intrusionar el discurso-respuesta del entrevistado, bien al comienzo, intermedio o final de algunos párrafos, buscando la manera de “cambiar” pareceres del entrevistado que definitivamente no cuadra con su manera de pensar.
ENFRENTAMIENTO ENTRE DOS ESGRIMISTAS
Hay momentos en los que percibimos la angustia del entrevistador por lograr un fin-propósito que defina su victoria, para lo cual no halla respuesta adecuada del entrevistado, poseedor de su propia “verdad”, galardonada con principios y valores que pocos podrían hacer alarde de ello. No obstante, esa diferencia “irreconciliable” es la causa por la cual, el entrevistador, precisando el manejo de una determinada lógica de la historia que no es la misma en Otto, llegado el momento, exclama al entrevistado: “No puedo reconstruir esta historia como una suma de absurdos que es lo que hemos estado compartiendo” (p. 240).
Apenas transcurría poco más de la tercera parte del libro y el historiador daba muestras de “inconformidad” con el entrevistado a quien “fustigaba” con nuevas preguntas y juicios que nunca produjeron quiebra en la rectitud de pensamiento del entrevistado (se enfrentaban dos esgrimistas, dos estilos, dos posiciones, dos lógicas).
Tal vez, el óptimo de la ansiedad en Agustín cobra vida cuando reclama la actitud del entrevistado por algunas de las respuestas dadas a las preguntas sugeridas y dice: …”mientras más los oigo a ustedes los actores, más me confundo como investigador. Es algo tan intrincado…” (p. 243), no hallaba la manera de lograr que las respuestas del entrevistado coincidieran con su pensamiento, mientras tanto, el libro iba acumulando horas intensas de trabajo.
UN INTERROGADOR IMPULSIVO
La percepción dice que el entrevistador, llegado el clímax de la ansiedad, se convirtió figuradamente, en un miembro de la DIM, pretendiendo sacarle el máximo de provecho al entrevistado; lo extenso de la obra y su contenido son prueba de ello. Agustín se convierte en interrogador impulsivo, abandona por momentos la condición de dialogante ante el prisionero que se defiende con una verdad particular e inmutable; la trama de la obra es montada entre cuatro paredes del recinto carcelario, donde entrevistador y entrevistado conciben y coinciden en la idea de construir parte de la historia actual en Venezuela, pero, no les queda otra cosa que compartir verdades.
La prueba de cuanto hemos percibido en la lectura del libro que nos ocupa, puede obtenerse con la lectura de la segunda parte del libro (la otra vertiente), donde la participación de Otto como entrevistado es mínima o ninguna, es donde Agustín piensa, reflexiona y produce ideas a su “antojo” y parecer; la escritura corresponde al entrevistador, “sin” entrevistado, ya no hay manifestaciones de ansiedad ante la
CARACTERÍSTICAS DE LA OBRA
A juicio nuestro, el libro se encuentra dividido en dos vertientes: una, extensa, relacionada con los acontecimientos del 11 de abril de 2002 y otra, equivalente a una quinta parte de la anterior, referida a la situación política del país, presentándose como divisoria entre ambas, el corto e interesante periplo realizado por los capitanes Otto y Blondel por América del Sur, tiempo en el cual se pretende huir de la “justicia” impuesta en nuestro país.
Sin embargo, considerándose poseedores de la verdad, creyeron no temer ni ofender a sus semejantes y decidieron retornar al país, donde Otto termina su aventura de viajero, para iniciar otra: la de prisionero, al ser entregado por un ciudadano de origen portugués, dueño de una ferretería.
EL QUE TENGA OJOS QUE VEA
El montaje de la obra real se hace considerando cinco o seis ambientes: El Palacio Miraflores, El Fuerte Tiuna, La Comandancia de las FA, la bahía Turiamo (Norte de Aragua), la isla La Orchila, de nuevo, el Palacio Miraflores. Era imprescindible durante el montaje de la obra, pasear al “secuestrado” por cada uno de los ambientes referenciados a manera de llamar la atención y lograr abundancia de testigos. Como siempre ha dicho el Director, “el que tenga ojos que vea”.
Entre otras cosas, resulta interesante el relato casi “novelesco” que realiza Otto, no en sentido peyorativo, dado el respeto y admiración que sentimos por esta especialidad literaria, por el contrario, el libro ofrece un rico material que bien pudiese servir para la construcción de una novela historiada. El relato en cuestión pone de manifiesto el desacuerdo entre Otto y Agustín en relación a los planificadores de tales eventos, sin embargo, ambos dan “demostración”, según síntesis discursiva, que uno de los grandes males de la República es la corrupción y la base de sustentación del gobierno militarista, es la mentira demagógica y populista, esencia de poder y poderes.
UNA NÓMINA COMPLETA DE LOS GRANDES MENTIROSOS DE LA OBRA TEATRAL
Muchos son los actores en el evento referenciado, basta con revisar en el libro el Índice de Nombres, confrontarlo o cotejarlo en las páginas respectivas para obtener la nómina completa de los grandes mentirosos que actuaron en la obra teatral, ocultando su rostro detrás del antifaz de la cobardía y la traición, mercenarios casi todos, héroes de la “revolución” “bonita”, y como dirían entrevistado y entrevistador, “próceres” de la historia actual que sin el menor reproche aceptaron durante los momentos del montaje, la inversión de la pirámide jerárquica de la “dignidad” militar, para forjar lo acordado, hasta alcanzar “la restitución de la dignidad nacional”.
A juicio de Otto, se ha fracturado la dignidad de las FAN, donde la plana mayor “lucha” tenazmente por alcanzar la “gloria revolucionaria”, sin miramiento de medios como lo dibujara Nicolás Maquiavelo, sin ponderar el futuro cuando la deuda debe ser cancelada por los hijos, más cuando esa deuda contraída por los padres es moral y están en juego la dignidad y el honor.
Como en casi toda obra teatral, los comienzos son los de mayor dificultad, hay confusión entre actores por el papel designado y la actuación, hay problemas de adaptación y concienciación del papel a ejecutar. En los sucesos referenciados, parece haber ocurrido lo mismo, con la diferencia que marca la intencionalidad y la complicidad del grueso actoral con el Director de la obra: capitanes determinando mando por encima de la “voluntad” de los generales que además, se mostraron complacido por ello.
UNA DEBILIDAD DE MANDO QUE PONE DE MANIFIESTO LA DECADENCIA DE LAS FUERZAS ARMADAS
Uno de los capitanes, Otto, enjuiciado como culpable, capaz de secuestrar al Presidente de la República, pasearlo como trofeo ganado en campaña entre los diferentes ambientes referenciados, casi “someterlo” a fusilamiento, dar órdenes al traslado de helicópteros, etc., etc.; un general de brigada, compadre del Presidente “secuestrado”, trascendiendo la meritocracia y antigüedad de generales de división, lanza la “Operación rescate de la dignidad” o “Rescate del compadre”; era tiempo de concluir la obra (La palabra dignidad constituye la esencia del lenguaje del gremio militar que hace honor al “respeto” de sí mismo y del resto de la ciudadanía), en resumen, tal debilidad de mando pone de manifiesto la decadencia de las FAN.
CARMONA ESTANGA: EL INTRUSO
Aun cuando el caso de Pedro “el breve” fue retomado apenas en el diálogo de la entrevista; por las cosas que refleja el contenido, nos atrevemos a señalar que el empresario Carmona Estanga asumió el papel de intruso en una obra donde no tenía cabida su participación, aupado por actores de reparto que pensaron en dañar el montaje preconcebido y en ese momento soñaron con cargos administrativos que los llevó a pelearse unos a otros según la antigüedad, y queriendo respaldar al personaje en cuestión, generaron cambios violentos y circunstanciales no contemplados en el guión inicial.
Esto ocurre cuando el resto de actores que forman la parte principal del elenco, llegada la hora prevista, se prestan a tomar la iniciativa de convertirse en rescatista del galán o primer actor que supuestamente lo tienen “prisionero” en la casa presidencial de La Orchila, mismo momento en el cual, los capitanes que realizan el papel de malos en la obra, quedan sin voz de mando, acusados y perseguidos por sus compañeros de fuerza y la “justicia” nacional.
El héroe de la obra cumple con su papel, se deja pasear por los diferentes ambientes donde se ejecuta la obra, charla con diferentes personajes de la vida militar, inventa un pelotón de fusilamiento, acusa que lo querían matar, pero él repetía con gallardía una frase contenida en el libreto: “si eso ocurre lo hago por mi pueblo”; no obstante, a Otto le preocupaba tanto la caracterización del primer actor porque al parecer sobreactuaba transmitiendo exceso de angustia y pesar, pensaba Otto que en realidad había sufrimiento en el Director y primer actor de la obra, cuestión inaceptable para el historiador entrevistador.
¿NOBLEZA DEL QUIJOTE O INGENUIDAD DE SANCHO?
Finalmente, nuestra inquietud perceptiva se detiene en la figura y actuación del coprotagonista, reflexionamos, culpamos y enjuiciamos pero, nos queda la duda: comprender la nobleza en la acción de El Quijote o consentir la ingenuidad en la acción de Sancho.
Ramón Santaella Yegre
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sábado, 3 de octubre de 2009

ABM EN 'YO PROMETO'




Este Domingo

04 de octubre del 2009
A las 10 PM

AGUSTÍN BLANCO MUÑOZ

estará como invitado en


"YO PROMETO"

CON NITU PÉREZ OSUNA


Para hablar sobre el libro que ahora toma la toma la calle:


El 11A-02 YO LO VI LLORAR


Pedidos

Cátedra 'Pío Tamayo' UCV (0212) 605-2563 / 605-2536 / 550-0784
(0416) 614-0116 / (0416) 638-7320 / (0414) 333-6515 / (0412) 730-9842

fundatamayo@hotmail.com / merysananes@gmail.com / dbarrolleta@gmail.com
abm333@gmail.com / anamerce1@hotmail.com
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lunes, 27 de julio de 2009

JORGE DELGADO - CARAPITA / LA ESPERA DE LA MUERTE


Jorge Delgado es un novel estudioso de la historia actual y un abogado que lidia permanentemente con el binomio justicia-injusticia. Es a la vez una inquietud permanente por penetrar en otros campos. De allí el deseo que muchas veces ha expresado de incursionar en el mundo de la poesía.


Es además uno de esos extraños seres que lejos de saber está empeñado en aprender. Que en vez de dictar lecciones, procura escuchar las preguntas de los otros y con ellos tratar de armar una respuesta que sirva para todos. Que lejos de ensimismarse en sus propios equipajes, se la pasa abriéndole pasajes a todo lo que mira, en ese propósito perseverante de que nada le sea ajeno.


Y con esa inclinación hacia la poesía me ha pedido amorosamente que le enseñe ese oficio. Y en cada ocasión le he respondido que ese oficio de ser quienes somos, nadie lo enseña, que sólo requiere de hurgar en sí mismo, y hacer las conexiones con todo lo que lo circunda y dejar salir pausada su propia respiración.


Y después de mucha insistencia, eso es exactamente lo que ha comenzado a hacer. Y este es el poema que me ha enviado. Un vivo y doloroso retrato de esta historia actual. Un recorrido por esos angostos senderos de la muerte que se encima sin aviso sobre la penuria que ya existe. Y en esa travesía Jorge está aprendiendo a verter sus sentimientos, su conciencia, sus angustias y esa fragilidad de que el sufrimiento del otro se le hunda en el costado, para revertirlo en testimonio, en radiografía del dolor que no encuentra cauce para expresarse, con la esperanza de que algún día cese la muerte y prevalezca la alegría.


No hubo necesidad de lecciones. El proceso fue simple, espontáneo. Y Jorge por si mismo encontró sus respuestas o multiplicó sus interrogantes, que en este caso es lo mismo.


Tengo la convicción de que de aquí en adelante, Jorge soltará las amarras de sus versos, anclados en un mástil lejano y nos entregará muchas más palabras convertidas en ese aguijón que se clava en el corazón de quien lee, para que a su vez, se haga poeta también, que no es mero oficio de palabra, sino de acción y pensamiento, de hacer y ofrendar, de entregar y recibir, y sobre todo de compartir.


Hasta que la poesía ande suelta como la brisa en la vasija de vida de cada quien y sea el exacto lenguaje de los hombres entre sí. MS


Carapita
La espera de la muerte


Jorge Delgado

I

Ella va con angustia al trabajo día a día
Esperando que la suerte les proteja todavía
Con fe en que la mala noticia no ha de llegar jamás
A los tres amores de su existencia sólo con dios deja

II

Tres capullos de esperanzas que le regalo la vida
Uno de quince, otro de diez y uno de siete todavía
De un padre hombre que no apareció jamás
Entre papagayos y trompos a la escuela van
Las tres comidas hechas ella siempre les deja
Aunque sea arroz con arvejas para los niños su alimento
Mientras les procura el sustento la vida ha de continuar

III

En su angustia diaria que se iba a imaginar
Que en medio de la balacera a la escuela intentaban llegar
Pues cual faquir de la justicia ordenó el mayor
Devolvámonos a la casa allí estarán mejor
Porque lo que soy yo no falto
A mi examen final
De él depende mi grado y mi futuro que echó a andar


IV
En medio de balas y truenos
Doscientos metros no había recorrido
Cuando le dicen en tono de alarido
Devuélvete que en tu casa hay un niño mal herido
Es mi hermano de siete grito sorprendido
Corrió con su fuerza y valiente
Al rescate socorrido
Lo cargó, lloró, gritó, auxilio había pedido
Escaleras abajo corrió ensangrentado
Con su hermano en brazos mal herido
A la voz de socorro nadie había atendido
Pues el miedo a la represalia es mayor que el desvalido

V

Ya abajo en la avenida
Nadie lo socorre
Ni un carro, ni un taxi, ni un hombre
Pues se trata de un niño abaleado
Nadie quiere tomar el riesgo de aquel angustiado
Llegó al hospital con lo que le quedaba de aliento
Para que el médico le dijera tu hermanito ya esta muerto

VI

Y en su llanto aún manchado de sangre
Desde su mirada triste su corazón se abre
Sólo alcanzo a decirle entre llantos y lamentos
Te fuiste hermano, buen viaje...
¡Ya no tienes que esperar la muerte! Leer mas!

miércoles, 13 de mayo de 2009

RÓMULO LARES - SOBRE SAINT JOHN PERSE

foto / anala 2009


Como sería de esperar del “acuse de recibo” de la máxima distinción intelectual de la cultura occidental, las dos cuartillas y media del texto del discurso del poeta Perse son de literatura pura, para que la poesía como expresión del pensamiento desinteresado exprese, ella misma, y sobre todo justifique el homenaje.

Expresa claramente otros conceptos prácticos menores como la relación directa que habría entre lo que referiríamos como la capacidad de síntesis y la calidad de un discurso, como cuando se le atribuye a Sir Winston Churchill (1874-1955) (Nobel de Literatura 1953) haber dicho, que lo difícil no era expresar una idea en mil páginas sino la misma en una página. Tampoco es Trivial la expresión usada para describir la grandeza de lo pítico, que no es sólo un juego físico, porque exige otros atributos del humano, en el ámbito mental y espiritual, como lo expresa el texto y la imagen de un afiche de los años setenta (70), en El que al pie de una fotografía del rey “Pelé”, ejecutando la pose de la denominada “chilena”, que mostraba tanto la pose de ballet o del atleta como los detalles del cuerpo, tal escultura del maestro Miguel Ángel, iniciando la ejecución perfecta de uno de sus grandes goles. El texto: “Difícil no es hacer mil goles como Pelé sino hacer un gol como Pelé”. Es la expresión equivalente del artista en su obra acabada, que se expresa en su tiempo exacto.

Hablando la poesía, nos deja conceptos fundamentales para la creación de instrumentos útiles para la investigación social. Las categorías del sabio y del poeta, equivalentes a la ciencia y al arte, sólo son separadas por el lindero de la utilidad material, pero reconocidas como equivalentes en cuanto al objeto de la investigación.

Aunque reconociendo que sería una osadía interferir en tal aceptación, estimo que existirán en el futuro espacios para la poesía, en los que aparecerán progresivamente aplicaciones prácticas, que utilizando también el criterio de Perse, que tampoco necesariamente comparto, la hermanarían con la ciencia, en cuanto a hacerla también víctima de las servidumbres materiales. ¿No lo habrán sido y lo serán, cuando permiten su uso como instrumentos para la manipulación de la opinión pública, industrializada de nuestro tiempo?

Pero no estoy de acuerdo desde ahora, porque precisamente su deslastre de la servidumbre material la habrá perdido de más de un espíritu superior que se hubiese dedicado a ella, que por las circunstancias relacionadas con sus limitaciones para la aplicación práctica, habrá tomado el camino de la ciencia, pero no serán la mayoría porque para ejercer ambos campos, se requiere de una buena dosis de vocación. En nuestra cultura positivista venezolana, tiene arraigo la consigna que como estandarte exhibía el Colegio de Ingenieros de Venezuela en los años setenta, firmada por Simón Bolívar, que expresaba: “El verdadero fin de la vida no es el conocimiento sino la acción”.

Lo que podríamos inferir y postular, es que deberíamos estimular tanto para el desarrollo de la poesía como para el de la ciencia, la necesidad de explorar la doble vía de hacer ciencia desde la poesía, y de hacer poesía desde la ciencia. A cincuenta años de este discurso, no parece que esta tesis haya sido considerada y menos aún estimulada.

La afirmación según la cual, la poesía consideraría el drama de la ciencia moderna al descubrir sus límites racionales en lo absoluto matemático, estimo que podría estar equivocada, en el sentido de que no hay tal absoluto matemático. En su ejemplo, en la física, han sido planteados dos principios: el general de la relatividad y el “cuántico” de incertidumbre e indeterminismo, los que precisamente llevaron al gran sintetizador de la “ecuación del universo”, Albert Einstein, a invocar la “intuición”, porque no sería cierto que aquel último principio “limitaría para siempre la exactitud misma de las medidas físicas”.

La comprensión de este concepto requiere aceptar que existen diversos “mundos” que coexisten al mismo tiempo; en consecuencia, existen leyes que aplicadas y comprobadas a uno o varios de esos mundos, no podrían aplicarse y comprobarse en otro. Sin embargo, las medidas de la física aplicando las leyes para cada mundo serían exactas. No es científico, porque no es lógico, que aceptemos como definitiva, la posibilidad de la existencia aplicable y comprobable de una ley universal única, que explique el universo, mientras que sí parecería lógica la existencia de “leyes universales únicas”, para explicar estos fenómenos identificados como “universales” en cada mundo determinado.

La intuición como complemento de que la “imaginación es el verdadero terreno de la germinación científica”, es la que precisamente nos precisa que deben existir varios mundos, varios planos, varios espacios, varios tiempos “simultáneos”, pero hasta ahora un elemento común aceptado como universal: una energía. Que de hecho ya existen millones de mundos, porque existen tantos como cada mente de cada ser humano, sin entrar a la consideración del carácter infinito del universo. En consecuencia, deberíamos considerar tan legítimo el “instrumento poético” como el “instrumento lógico”.

Esto queda muy bien descrito en la expresión: La poesía es un instrumento que nos permitiría descifrar el fenómeno de la “expansión en el infinito moral del hombre”.

La poesía y no la filosofía como “hija del asombro” sería un egocentrismo válido de la poesía al justificar su homenaje. La creación, en todo caso, sería la verdadera hija legítima del asombro. La creación científica como la creación poética. Pero el misterio de la creación referido a Iris, hija del asombro, el arco espectral de la época, el arco iris de hoy, ejerció su fascinación en la mente del hombre y ha sido fuente de asombro, mito y superstición y lleno de implicaciones para el estudio de la luz. Desde marcar la transición de una edad de creciente iniquidad hasta la nuestra, de los semitas del Cercano Oriente hasta la Génesis, cuando ingresa en nuestra tradición cultural del Occidente.

Como nos expresa el profesor Arthur Zajonc (1949-USA) en “Atrapando la luz. Historia de la luz y de la mente”. El asombro que sienten Hopkins (Gerard Manley Hopkins, 1844-1889. Inglés, poeta, sacerdote jesuita) y Homero (S VII AC) y que ellos convierten en poesía, es la raíz de la filosofía y la base de la ciencia. Por citar nuevamente a Platón: “Este asombro es la marca del filósofo. La filosofía no tiene otro origen, y era buen genealogista quien hizo a Iris hija de Taunus”. La genealogía de la mentalidad occidental abarca desde el asombro humano ante el arco iris hacia el ocaso de los dioses, su destrucción, “al final de la alianza entre Yahvé y la humanidad”.

En el caso de la investigación social, ha sido, por ejemplo, expuesta la incidencia de la poesía en el desarrollo del derecho, como lo muestra en su investigación el Profesor José de Jesús Ledesma de las universidades: Autónoma de México-UNAM e INTERAMERICANA: “El hombre intuye la magnitud de su propio misterio, de ello nos escribía magistralmente Agustín de Hipona” (227-393 D.C.). Tomado de “La irrupción del concepto de poesía en el pensamiento occidental y su itinerario hacia el Derecho”.

Pero, ¿cuál será el mensaje de Perse, cuando nos señala este sendero? Porque la aparición del arco iris ante Noé selló la alianza establecida entre Yahvé y “toda carne que habite sobre la tierra”. Nunca más habrá destrucción del mundo mediante el diluvio, “nunca más la humanidad inicua será destruida por las aguas”, o por las bombas atómicas, o por los virus naturales o de laboratorio. Así como la visión del arco iris en un cielo penumbroso, puede actuar como reconfortante recordatorio del juramento que Dios hizo al hombre, ya que vivimos precariamente en un mundo gravemente amenazado. Que sólo sería penetrable mediante el instrumento de la poesía.

Retomemos: la poesía es un instrumento que nos permitiría descifrar el fenómeno de la “expansión en el infinito moral del hombre”. Sería la brújula del estratega guiado por esa “jauría cazadora”. ¿Habría que entrar a comprender el “misterio” de la caza del zorro? y, ¿está el poeta sólo “asistido por las fulguraciones de la intuición”?; en ambos casos creo que no. Y de nuevo, si Perse hubiese reescrito la letra de la respuesta a un premio para la música, o pintado la tela de la respuesta de la pintura, o golpeado el mármol de la respuesta de la escultura, serían la música, la pintura y la escultura y no la filosofía, las verdaderas “hijas del asombro”, aunque naturalmente todas tienen aplicaciones prácticas muy bien pagadas, mientras que la poesía sigue siendo pobre. Pero, ¿es que no sería similar, con independencia del nivel de aplicabilidad práctica de cada tipo de creación, siempre y cuando las expresiones hubiesen sido: del músico, del pintor y del escultor, respectivamente?

Como estamos explorando el proceso creativo desde la perspectiva de la propia poseía, sería oportuno intentar alguna clasificación, ¿por qué no la de Neruda?, “la poesía de la pregunta cándida, hija del asombro y de los porqués infantiles”. “La del reencuentro con lo auténtico, que ama la palabra sencilla y atesora lo popular, bajo formas disfrazadas o con fines de cueca, (¿o del joropo?) de ingeniosa resolución”. Y también, la poesía que nos recuerda que la palabra es ante todo signo y que se rebela en significar siempre lo mismo, por lo que puede recobrar vida autónoma, sólo real en el poema, como lo imaginara Vicente Huidobro. Desde 9 años. Libro Infantil: Navegancias – Floridor Pérez. Editorial Zigzag. Colección Delfín de Color.

Compartamos con la misma perspectiva amplia, del acto creativo, cualesquiera que sean las artes y técnicas que se utilicen; de ser o de asumir la condición de “la mala conciencia de su tiempo”. Pero particularmente, en nuestra condición de artesanos de la investigación social, con aspiraciones a la jerarquía de la poesía defendida por la poesía, en nuestro campo. Son elocuentes y directas las expresiones del discurso que siguen: “Poeta es aquel que rompe, para nosotros, la costumbre”. ¿No es esa acaso la aspiración de todo aspirante al arte, a alcanzar la espiritualidad superior?, cuando logra la belleza, sin hacer “de ella su fin ni su único alimento. Negándose a disociar el arte de la vida, y el amor del conocimiento, es acción, es pasión, es poder y es renovación que siempre desplaza los lindes. El amor es su hogar, la insumisión su ley, y su lugar está siempre en la anticipación. Nunca quiere ser ausencia ni rechazo”.

Pero, explorar estas dos cuartillas y media puede llevarnos a recorrer un buen trecho del desarrollo de la Historia de la cultura occidental, y bien podría tomarnos el trabajo intensivo de un seminario, sobrevolar tan solo cada una de las referencias que magistralmente va tejiendo, en prosa, el poeta. La música de esa letra, ¿existe?, ¿la necesita?

Conformémonos con tocar y escuchar la música de sólo alguno de los mensajes: “No es verdad que la vida pueda renegar de sí misma. Nada viviente procede de la nada, ni de nada se enamora. Pero nada guarda forma ni medida bajo el incesante aflujo del Ser…………El verdadero drama del siglo está en la distancia que dejamos crecer entre el hombre temporal y el hombre intemporal. El hombre iluminado sobre una vertiente ¿irá acaso a oscurecerse en la otra? Y su maduración forzada, en una comunidad sin comunión, ¿no será quizá una falsa madurez?...”

Estas últimas frases seleccionadas, explican una hipótesis convincente sobre la promoción de los desequilibrios y sus consecuencias en la sociedad planetaria de fines del Siglo XX y del inicio del Siglo XXI, y la destrucción actual de la vida en el planeta por la acción del hombre, contra la naturaleza y contra sus semejantes.

Entre el hombre temporal y el intemporal, cualquiera que sea su arte, la poesía o la prosa,… “tócale atestiguar entre nosotros la doble vocación del hombre. Y esto es alzar ante el espíritu un espejo más sensible a sus posibilidades espirituales. Es evocar en el siglo mismo (ahora nos tocará evocar en el Siglo XXI) una condición humana más digna del hombre original. Es asociar, en fin, más ampliamente con la circulación de la energía espiritual en el mundo… Frente a la energía nuclear, la lámpara de arcilla del poeta ¿bastará para este fin? –Sí, si de la arcilla se acuerda el hombre.”

“Y ya es bastante para el poeta, ser la mala conciencia de su tiempo.”
Y así será para el hombre que defienda la ética de la inocencia, de la verdad, de la dignidad, del respeto por el otro, por sus ideas, sus creencias, valores elevados a la categoría de derechos organizados jurídicamente mediante el ahora en trance post-moderno, concepto de los derechos humanos, del respeto por la ley, por el Estado de Derecho, que en Venezuela se definió: Estado democrático y social de Derecho y de Justicia-EDSDJ (Art. 2. CRBV99), construido con la participación de todos aquellos interesados en los asuntos públicos, mediante las luchas, montoneras, guerras civiles, los sacrificios y la sangre de todas las generaciones anteriores, con la forja al rojo vivo, con las “lanzas coloras” del hilo de la Historia de nuestra Nación.

Así será para el hombre que luche hoy en Venezuela con todas sus armas, no sólo con la pluma del escritor o del poeta, contra la mentira, la manipulación de los semejantes y de la opinión pública, el irrespeto por los valores de la honestidad, la familia, las creencias y costumbres, es decir contra los pervertidos y los perversos de todos los tiempos y espacios, que osan insistir en sus crímenes y en su representación del Infierno, escondidos tras las máscaras de conceptos e ideologías alquiladas: totalitarismo y tiranía.

Aquellos valores, que tan sólo evaluados a la luz del desempeño de la otrora Fuerzas Armadas Nacionales-FFAANN primero, luego Fuerza Armada Nacional-FAN y ahora milicias armadas, nos confirmarían que aquéllos fueron los valores que se enseñaron, promovieron y aprendieron dentro de las escuelas militares y durante su ejercicio de campo y su integración a la sociedad. Hoy, aparece como un cuerpo desintegrado en el que la mayor aspiración de sus caudillos, nuevo esquema recuperado como característica del Alto Mando Militar-AMM, sería el ocupar un lugar en la galería de los “héroes-tiranos” locales, para participar en el concurso universal de la galería de los fascistas, nacionalsocialistas-nazis del Siglo XX y de los capos y adeptos a la nueva ideología, disfrazada con el control de los medios de comunicación, verdadera “internacional” del crimen organizado transnacional-COT.

El “Caso Venezuela” actual, podría ganar la nominación para el diploma del mejor laboratorio social de la Teoría Crítica norteamericana, de Theodor Adorno (1903-69) y Max Horkheimer (1895-1973) expresada en el ensayo: “Dialéctica de la Ilustración” (1944). Habríamos entonces aceptado de forma pasiva, que los usurpadores de los poderes públicos conduzcan la nación al fantasma del dilema entre: tiranía o guerra, o, tiranía y guerra, copiando los más perversos ejemplos de los regímenes más pervertidos de la historia; del nacionalsocialismo-nazi, para proyectar en el futuro aquella comunidad, la de las comunas del hombre masificado, para quien la libertad ya no es un concepto que sea percibido con claridad como indispensable, gracias a la acción industrializada cultural. ¿Podrá la poesía, como base de la comunicación social revertir esta tendencia?

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ROGER VELÁSQUEZ - SOBRE SAINT JOHN PERSE


El discurso de Saint John Perse que pronunció el día del recibimiento del premio Nóbel está muy relacionado con la postura de tomar en cuenta el valor en sí del ser humano y a la responsabilidad que tenemos como garantes de nuestro propio destino libre de violencia, guerras, miseria, racismo, exclusión, pobreza, enfermedad o cualquier mal que nos aqueje.

En el discurso de Saint John Perse es interesante el esclarecimiento que éste nos hace del mundo, y que tienen que ver con el pensamiento desinteresado; las formas sensibles y espirituales de expresión; el símil del espíritu poético y el espíritu científico; la totalidad del mundo como percepción; la puesta en escena de la revolución de los poetas con su rompimiento de las costumbres; el modo de vida integral aportado por la poesía; y sobre todo la evocación a una condición humana más digna del “hombre original”.

Lo poético entonces va más allá de la expresión de las palabras, versos e imágenes que aborden al espíritu humano. Lo poético es la aptitud, fuerza y perspectiva que permite estar conciente, a cada momento, del valor humano en sí. Propone posturas en la que los valores espirituales de cada quien deben dominar a los valores sociales, religiosos, culturales, nacionales e incluso políticos y económicos en procura de utilizar al unísono a la humanidad como el más valedero de los argumentos. Es la extensión esencial del “hombre original” que logrará la confrontación con sí mismo en procura de conseguir su verdad, es la elevación del ser humano.

Como en otras oportunidades, y ahora apoyado en la postura de lo poético en cada esquina de la ciudad, en cada rincón oscuro de nuestra moral o en cada silueta de la ética, insisto en que cada uno de nosotros debemos tener banderas o recordatorios diarios que impulse una relación conciliatoria y poética que nos llevará a la conformación de una sociedad o una expresión, en cualquiera de sus ámbitos, más humana.
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martes, 12 de mayo de 2009

CARMEN E. MERCADO - COMENTARIOS SOBRE LA LECTURA DEL DISCURSO DE SAINT JOHN PERSE

La lectura de las palabras pronunciadas por Saint John Perse con motivo de recibir el premio Nóbel de literatura, hace ya casi 50 años, muestran desde la mirada de un poeta el rompimiento y fraccionamiento de la totalidad o la unidad, situación a la que se ha sometido a la humanidad a lo largo del tiempo, para construir dualidades o dicotomías como espíritumateria, ser-realidad, intuición-racionalidad, sujeto-objeto, bservador-observado, vivo-muerto, sagrado-profano, filosofía-ciencia, poesía-ciencia, sabio-poeta.

Este fraccionamiento, como bien lo plantean Mazorco y Arispe en una hermosa lectura sobre alimentación y soberania alimentaria, ha permitido un ser humano de no unidad, escindido, que enarbola múltiples lógicas de separación, que se concibe separado de todo, y en su antropocentrismo es capaz de catalogar a los otros seres de la naturaleza como entes vacíos y sin identidad, y que estas dicotomías lo que han hecho es desviarnos de nuestra propia identidad.

Plantean estos autores que dualidades, como por ejemplo, ser-realidad o sujeto –objeto sucumben ante la ausencia de lo sagrado y se alejan del sentimiento de Unidad que todo lo unifica pues todo ser contiene en sí mismo a todos los demás seres, por lo que todo ser es la totalidad.

Saint John Perse en su discurso reivindica la poesía frente a la ciencia cuando nos dice: La gran aventura del espíritu poético no es inferior en nada a las grandes entradas dramáticas de la ciencia moderna. O cuando se pregunta: ¿no tenemos derecho a considerar que el instrumento poético es tan legítimo como el instrumento lógico?

Pero más que reivindicar la poesía frente a la ciencia lo que SJPerse nos plantea es la unificación de ciencia y poesía en una visión de totalidad cuando nos dice que la poesía …se interna en una empresa cuya finalidad es perseguir la plena integración del hombre… y que se niega …a disociar el arte de la vida, y el amor del conocimiento, es acción, es pasión, es poder y es renovación que siempre desplaza los lindes. El amor es su hogar, la insumisión su ley, y su lugar está siempre en la anticipación. Nunca quiere ser ausencia ni rechazo. Y el poeta en su actividad nos enlaza con la permanencia y la unidad del ser.

Esto fue planteado ya por Goethe quien es uno de los ejemplos más claros de la dualidad ciencia-poesia que expone SJPerse. Manfred Max Neff en una hermosa reflexión titulada: Del saber al comprender: navegaciones y regresos, que trata sobre las rutas recorridas, y las rutas rechazadas, por la humanidad hasta el presente, que nos han hecho los seres que hoy somos y nos ha conducido al mundo insostenible en que hoy vivimos y ha cómo nos aproximamos a la realidad, cómo hacemos ciencia. Nos dice Max Neff sobre este poeta que sus …contribuciones científicas fueron injustamente opacadas por mucho tiempo, quizás por ser demasiado heterodoxas para su época, o porque parecía absurdo e inaceptable que un poeta pudiera incursionar en la ciencia… Los poetas han sido, como toda la humanidad, victimas del reduccionismo al que nos ha sometido el paradigma positivista, de la no unidad, que nos limita e impide un acercamiento mas profundo con la realidad.

Max Neff citando a Jeremy Naydler en “Goethe on Science”, indica que para Goethe: “La ciencia es tanto una ruta interior de desarrollo espiritual, como una disciplina destinada a acumular conocimiento sobre el mundo físico. Implica no sólo la preparación rigurosa de nuestras facultades de observación y reflexión, sino además de otras facultades humanas que puedan sintonizarnos con la dimensión espiritual que subyace e interpenetra lo físico: facultados como sentimiento, imaginación e intuición”. Según Max Neff la ciencia, como Goethe la concebía y practicaba, tiene como propósito supremo la excitación de nuestra capacidad de asombro, a través de un mirar contemplativo (Anschauung), en que el científico llega a ver a Dios en la Naturaleza, y la Naturaleza en Dios.

En ambos poetas encuentro el planteamiento de ruptura de dualidades como ciencia-poesía, filosofía-poesía y la búsqueda necesaria de su integración en un todo, en ambos poetas encuentro la necesidad de reivindicar la espiritualidad y la intuición, el movimiento y el cambio como aspectos esenciales para aproximarnos a la realidad.

Para terminar, y saliéndome del tema tratado, cuando leí este discurso me pregunté lo mismo que se planteó Eduardo Galeano, hace unos años atrás, cuando se cuestionó el premio Nóbel que se le había otorgado a Rigoberto Menchú con el argumento de: sí se lo merecía o no. Galeano, no se preguntaba si RMenchú se merecía el Nóbel, sino más bien, si el Nóbel se merecía a RMénchu, yo haría la misma pregunta ¿el premio Nóbel se merece a Saint John Perse? A pesar que ambos lo recibieron creo que no.


Manfred A. Max-Neef ( ). Del saber al comprender: navegaciones y regresos.
Universidad Austral de Chile. Valdivia, Chile
Maya Rivera Mazorco y Sergio Arispe Barrientos (2008). La soberanía alimentaría
como proceso de re-familiarización. Publicado en Rebelión
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=63228

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JOSÉ NEGRÓN - REFLEXIÓN EN TORNO AL ARTÍCULO DE SAINT JOHN PERSE


Saint John Perse se suma al largo listado de aquellos que han reflexionado no sólo en torno al problema del ser humano y su naturaleza, sino y por sobre todo, a los que aspiran llamar la atención tanto para las generaciones presentes como para las futuras, del potencial del espíritu.

Utilizando una dosis sabia de comprensión y crudeza, Saint John Perse utiliza la comparación del científico y el poeta como el punto de partida que le permite tejer una pequeña pero densa reflexión (intuición) con respecto al papel que debe jugar la ciencia y la poesía (ésta última en representación excelente de todas aquellas ramas del ser-hacer humano que no están ligados a los dictámenes de Bacon y Descartes), en la construcción de un mundo digno de albergar la vida.

La primer cuestión a la que Perse alude es al hecho de que la comparación entre el científico y el poeta es a final de cuentas lo menos importante, por cuanto lo que se trata es de ensalzar lo que considera “…el pensamiento desinteresado…”, ese pensamiento por el cual el espíritu se eleva de las ataduras que lo condenan a circunscribirse y recortar el mundo según los cánones siempre despersonalizantes y en ocasiones mecánicos de aquello que no esté sometido al ensayo y error, a la prueba y la hipótesis.
No por casualidad, Perse trata de sopesar la edificación de una nueva forma de aproximarse al mundo, con otros lentes y con otras intenciones, en este sentido considera –apoyado en las palabras de Einstein- que “…`la imaginación es el verdadero terreno de la germinación científica´, y hasta reclamaba para el científico de los beneficios de una verdadera `visión artística´, ¿no tenemos derecho a considerar que el instrumento poético, es tan legitimo como el instrumento lógico?...”

He aquí la médula de todo aquello que quiere transmitir el poeta galardonado con el nobel. La posibilidad, es más, la urgencia de transitar un camino diferente para nuestra forma de acercarnos y relacionarnos con los mundos: el de los humanos y el de la naturaleza. Puede que sólo en esa tarea poetizar la ciencia, podamos encontrar algo de luz para re-semantizar esto que llamamos vida, y que en ocasiones pierde total nitidez y brillo, pues se transforma en una abstracción, en una cosa.
¿Podremos encontrar sólo en las sofisticaciones de la técnica, las respuestas a la destrucción de la tierra por ejemplo?, sobre todo si tomamos en consideración que la misma no es tanto producto de la depredación hecha por las maquinarias, como resultado de la carente y fantasmagórica condición occidental que nos ha hecho entendernos como dueños del mundo y no como simples seres que estamos de paso.
La misión consiste en no someternos a lo acomodaticio de creer que hemos alcanzado la cúspide de nuestra condición humana sólo porque hemos logrado posar un cohete en la luna. La misión que nos queda por delante es desentrañar eso que conocemos como espíritu humano, Perse comenta que “…no hay menos expansión en el infinito moral del hombre…” que en el infinito universo del que nos habla la teoría de la expansión.

Quizá dicha agenda fue atendida –tardíamente- por el científico sueco, pues ¿no luce como una tamaña causalidad el hecho de que un científico como Nobel esté condecorando de manera indirecta a un espíritu que ha puesto toda su sabiduría en invocar de la oscuridad más absoluta las potencialidades más nobles del ser humano?
Quizá en un acto de redención extemporánea el intelecto racional creador de la irracionalidad expansiva de la dinámita, reconozca el valor del poeta, no el de Perse, sino el del POETA en mayúscula, es decir, aquel que le toca “…atestiguar entre nosotros la doble vocación del hombre, y esto es alzar ante el espíritu un espejo más sensible a sus posibilidades espirituales. Es evocar en el siglo mismo una condición humana más digna del hombre original. Es asociar, en fin, más ampliamente el alma colectiva con la circulación de la energía espiritual del mundo…”.

La tarea sólo puede estar reservada a quienes no teman convertirse en mártires o perseguidos, en aquellos con la suficiente fuerza de voluntad y librepensamiento, que les permita trazar la agenda de un mundo mejor y siempre posible, aquellos que asuman si ser timoratos “…ser la mala conciencia de su tiempo…”.

José Negrón Valera
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jueves, 30 de abril de 2009

ANGELA VARGAS - SOBRE SAINT JOHN PERSE




En pocas líneas la profesora Mery, como siempre, transmite grandes reflexiones a sus lectores, que movilizan emociones, pensamientos y acciones. En esta parte nos refleja como Saint Jhon Perse, cuenta con una sensibilidad única la importancia de la poesía en armonía con la ciencia.

Dentro de las ideas resaltantes del documento se cuentan:

• Toda creación del espíritu es ante todo poética, en el sentido propio de la palabra’. 

• El hombre es en esencia un poeta. Que el desarrollo de la vida material le haya cortado sus alas, desgarrado su intuición, sustituido su sabiduría por contabilidades que dan cuenta de todo menos de su vivir, es otra cuestión, de la cual no puede estar ajeno ni el poeta ni el científico.

• la poesía es ante todo un modo de vida, y de vida integral’. Y ni las hambrunas, ni las guerras, ni las masacres, ni las extinciones decretadas, podrán borrar esa parte ‘irreductible’ del hombre.

• extraer esa sabiduría y esa poesía que está en el interior de cada quien, aguardando su tiempo, su espacio y circunstancia para correr libre hacia el otro, que es su hermano, en un tiempo y una sociedad que logre, al fin, sustituir la muerte, por los fulgores del alma humana, en funciones de vida plena y trascendente.


Decir entonces que la poesía es cuestión de poetas y no de científicos, o que un científico no puede ser un poeta es perder el sentido de totalidad del hombre sabio. Desde una perspectiva integral uno es resultado del otro. El mucho saber termina siempre poetizando.

En este sentido, es una invitación a utilizar la rima, la creatividad y la profundidad del poeta para analizar, opinar y reaccionar ante las situaciones sociales presentes. Reto, que asumo desde una postura de humildad.

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DELIA POLANCO - SOBRE SAINT JOHN PERSE


Saint John Perse, en su discurso de incuestionable fineza, abraza al indiviso humano, sabio/poeta, pero se arroja al texto con la expresa intención de brindarle homenaje a la poesía. Y la prisa por restituir dicho homenaje, lo sesga en su afán de quebrar la histórica dicotomía, poeta/sabio, a quienes señala como, “dos ciegos de nacimiento”. Me explico:

Si “toda creación del espíritu es, ante todo, ‘poética’, en el sentido propio de la palabra”, y aceptamos que la racionalidad instrumental nos llevó a la contra natura de separar el sabio y el poeta, sería un desacierto considerar el uno sea “guiado con el instrumental científico, el otro asistido solamente por las fulguraciones de la intuición”. O que uno sea guiado por el pensamiento analógico y otro por el simbólico. Ambos pensamientos e instrumentales, están presentes en el individuo, vocablo que deviene de ‘indiviso’, indivisible. Sólo que son usados de forma preferencial. De tal manera que en la “equivalencia de las formas sensibles y espirituales”, están presentes en ambos, y se expresan, sólo que de diferente forma. Podría decirse que lo intuitivo del sabio y el poeta -donde utilizan la misma fuente, la imaginación-, se crea y recrea en el sumidero (pensamiento), que dará preponderancia a uno u otro instrumental. Por ello, estoy en desacuerdo que sólo el poeta “se inviste de una superrealidad que no puede ser la de la ciencia”. Sería caer en la trampa de disociar el amor y el conocer, y el arte de la vida, o que se trate del poeta o del sabio, precisamente, lo que se trata reivindicar. 

Indivisiblemente, divina, alada y cognoscente,

DPL

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SAINT JOHN PERSE - CIENCIA Y POSESÍA

A casi cinco décadas del discurso que diera Saint John Perse, en Estocolmo, al recibir el Premio Nobel de Literatura, en diciembre de 1960, su texto tiene más vigencia que nunca. Su examen de la poesía y de la ciencia, su visión del mundo que debe ser y de la función del poeta y el científico en esa tarea de construir la vida, es en verdad trascendental.

Constituye un documento que debe ser leído por científicos y poetas, pero sobre todo por ese ciudadano común capaz de producir cotidianamente, aún sin saberlo, ‘pensamientos desinteresados’, en otras palabras, poesía en palabra y acción.

Pero más aún, ese hombre común con frecuencia ejerce de manera espontánea esa fusión de lo lógico con lo intuitivo, que lo lleva a desarrollar una sabiduría y a ejercer una solidaridad, que lleva lo poético y lo científico, precisamente al plano del vivir.

De allí que Saint John Perse afirme que ‘toda creación del espíritu es ante todo poética, en el sentido propio de la palabra’. Aquí Perse toca la raíz del problema. El hombre es en esencia un poeta. Que el desarrollo de la vida material le haya cortado sus alas, desgarrado su intuición, sustituido su sabiduría por contabilidades que dan cuenta de todo menos de su vivir, es otra cuestión, de la cual no puede estar ajeno ni el poeta ni el científico.

‘Hija del asombro’ la nombra Perse, Como el niño cuando adviene a la luz solar desde la residencia acuática de la madre. En sus pupilas está toda la poesía y la ciencia del universo, atrapada entre lagrimitas resplandecientes.

Sólo que luego decidimos vendarle los ojos, atarle las manos, detener sus ganas de conocer y saber, descubrir y moldear, anticipar y crear. Lo convertimos en un adulto, sin ciencia ni poesía.

Pero, como dice el Premio Nóbel: “la poesía es ante todo un modo de vida, y de vida integral’. Y ni las hambrunas, ni las guerras, ni las masacres, ni las extinciones decretadas, podrán borrar esa parte ‘irreductible’ del hombre.

“¡Altivez del hombre en marcha bajo su carga de eternidad! Altivez del hombre en marcha bajo su carga de humanidad –cuando para él se abre un nuevo humanismo-, de universalidad real y de integridad psíquica”..., exclama el poeta.

Y allí en ese mandato está la labor y la tarea del científico y del poeta, en este tiempo de oscuridades. Por eso dice: “El verdadero drama del siglo está en la distancia que dejamos crecer entre el hombre temporal y el hombre intemporal.” ¿Lograremos cerrar esa brecha, rescatar la esencia de una humanidad que no ha podido desarrollarse aún?

Con Perse decimos: se trata de “asociar, en fin, más ampliamente el alma colectiva con la circulación de la energía espiritual en el mundo... Frente a la energía nuclear, la lámpara de arcilla del poeta ¿bastará para este fin? –Sí, si de la arcilla se acuerda el hombre.”

De la arcilla provenimos, de la piedra que se vuelve guijarro en su tránsito por los ríos, de la raíz que se convierte en fruto, de la brisa que garantiza la especie floral, de la pupila diminuta del niño que refleja en su iris la estructura estelar del universo. De allí viene nuestra infinita capacidad para crear, nombrar, construir, ‘sí de la arcilla nos acordamos’, si no olvidamos quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos.

Por todo ello recomendamos esta lectura. Pero más que para convertirnos en simples lectores, invitamos a ejercer a plenitud aquello a lo cual convoca: extraer esa sabiduría y esa poesía que está en el interior de cada quien, aguardando su tiempo, su espacio y circunstancia para correr libre hacia el otro, que es su hermano, en un tiempo y una sociedad que logre, al fin, sustituir la muerte, por los fulgores del alma humana, en funciones de vida plena y trascendente. ms


LA POESIA

SAINT-JOHN PERSE*

He aceptado para la poesía el homenaje que aquí se le rinde, y tengo prisa por restituírselo.

La poesía no recibe honores a menudo. Pareciera que la disociación entre la obra poética y la actividad de una sociedad sometida a las servidumbres materiales fuera en aumento. Apartamiento aceptado, pero no perseguido por el poeta, y que existiría también para el sabio si no mediasen las aplicaciones práctica de la ciencia. 

Pero ya se trate del sabio o del poeta, lo que aquí pretende honrarse es el pensamiento desinteresado. Que aquí, por lo menos, no sean ya considerados como hermanos enemigos. Pues ambos plantean idéntica interrogante al borde de un común abismo; y sólo los modos de investigación difieren.



Cuando consideramos el drama de la ciencia moderna que descubre sus límites racionales hasta en lo absoluto matemático; cuando vemos, en la física, que dos grandes doctrinas fundamentales plantean, una, un principio general de relatividad, otra, un principio ‘cuántico’ de incertidumbre y de indeterminismo que limitaría para siempre la exactitud misma de las medidas físicas; cuando hemos oído que el más grande innovador científico de este siglo, iniciador de la cosmología moderna y garante de la más vasta síntesis intelectual en términos de ecuaciones, invocaba la intuición para que socorriese a lo racional y proclamaba que ‘la imaginación es el verdadero terreno de la germinación científica’, y hasta reclamaba para el científico de los beneficios de una verdadera ‘visión artística’, ¿no tenemos derecho a considerar que el instrumento poético es tan legítimo como el instrumento lógico?

En verdad, toda creación del espíritu es, ante todo, ‘poética’, en el sentido propio de la palabra. Y en la equivalencia de las formas sensibles y espirituales, inicialmente se ejerce una misma función para la empresa del sabio y para la del poeta. Entre el pensamiento discursivo y la elipse poética ¿cuál de las dos va o viene de más lejos? Y de esa noche original en que andan a tientas dos ciegos de nacimiento, el uno guiado con el instrumental científico, el otro asistido solamente por las fulguraciones de la intuición. ¿Cuál es el que sale a flote más pronto y más cargado de breve fosforescencia? Poco importa la respuesta. El misterio es común. La gran aventura del espíritu poético no es inferior en nada a las grandes entradas dramáticas de la ciencia moderna. Algunos astrónomos ha podido perder el juicio ante la teoría de un universo en expansión: no hay menos expansión en el infinito moral del hombre: ese universo. Por lejos que la ciencia haga retroceder sus fronteras, en toda la extensión del arco de esas fronteras se oirá correr todavía la jauría cazadora del poeta. Pues si la poesía no es, como se ha dicho, ‘lo real absoluto’, es por cierto la codicia más cercana y la más cercana aprehensión en ese limite extremo de complicidad en que lo real en el poema parece informarse a sí mismo.

Por el pensamiento analógico y simbólico, por la iluminación lejana de la imagen mediadora y por el juego de sus correspondencias, en miles de cadenas de reacciones y de asociaciones extrañas, merced, finalmente, a un lenguaje al que se trasmite el movimiento mismo del ser, el poeta se inviste de una superrealidad que no puede ser la de la ciencia. ¿Puede existir en el hombre una dialéctica más sobrecogedora y que comprometa más al hombre? Cuando los filósofos mismos abandonan el umbral metafísico, acude al poeta para relevar al metafísico; y es entonces la poesía, no la filosofía, la que se revela como la verdadera ‘hija del asombro’, según la expresión del filósofo antiguo para quien la poesía fue asaz sospechosa.

Pero más que modo de conocimiento, la poesía es, ante todo, un modo de vida, y de vida integral. El poeta existía en el hombre de las cavernas; existirá en el hombre de las edades atómicas; porque es parte irreductible del hombre. De la exigencia poética, que es exigencia espiritual, han nacido las religiones mismas, y por la gracia poética la chispa de lo divino vive para siempre en el sílex humano. Cuando las mitologías se desmoronan, lo divino encuentra en la poesía su refugio; aun tal vez su relevo. Y hasta en el orden social y en lo inmediatamente humano, cuando las Portadoras de pan del antiguo cortejo dan paso a las Portadoras de antorchas, en la imaginación poética se enciende todavía la alta pasión de los pueblos en busca de claridad.

¡Altivez del hombre en marcha bajo su carga de eternidad! Altivez del hombre en marcha bajo su carga de humanidad –cuando para él se abre un nuevo humanismo-, de universalidad real y de integridad psíquica... Fiel a su oficio, que es el profundizar el misterio mismo del hombre, la poesía moderna se interna en una empresa cuya finalidad es perseguir la plena integración del hombre. No hay nada pítico en esta poesía. Tampoco nada puramente estético. No es arte de embalsamador ni de decorador. No cría perlas de cultivo ni comercia con simulacros ni emblemas, y no podría contentarse con ninguna fiesta musical. Traba alianza en su camino con la belleza –suprema alianza-, pero no hace de ella su fin ni su único alimento. Negándose a disociar el arte de la vida, y el amor del conocimiento, es acción, es pasión, es poder y es renovación que siempre desplaza los lindes. El amor es su hogar, la insumisión su ley, y su lugar está siempre en la anticipación. Nunca quiere ser ausencia n rechazo.

Nada espera sin embargo de las ventajas del siglo. Atada a su propio destino y libre de toda ideología, se reconoce igual a la vida misma, que nada tiene que justificar de sí misma. Y con un mismo abrazo como con un sola y grande estrofa viviente, enlaza al presente todo el pasado y lo por venir, lo humano con lo sobrehumano y todo el espacio planetario con el espacio universal. La oscuridad que se le reprocha no viene de su naturaleza propia, que es la de esclarecer, sino de la noche misma que explora, a la que está consagrada a explorar: la del alma misma y la de misterio que baña al ser humano. Su expresión se ha prohibido siempre la oscuridad y esa expresión no es menos exigente que la de la ciencia.

Así, por su adhesión total a lo que existe, el poeta nos enlaza con la permanencia y la unidad del ser. Y su lección es de optimismo Para él una misma ley de armonía rige el mundo entero de las cosas. Nada puede ocurrir en ella que, por naturaleza, sobrepuje los límites del hombre. Los peores trastornos de la historia no son sino ritmos de la estaciones en un más vasto ciclo de encadenamiento y de renovaciones. Y las Furias que atraviesan el escenario, con la antorcha en alto, no iluminan sino un instante del muy largo tema que sigue su curso. Las civilizaciones que maduran no mueren de los tormentos de un otoño; no hacen sino transformarse. Sólo la inercia es amenaza. Poeta es aquel que rompe, para nosotros, la costumbre.

Y es así también como el poeta se encuentra ligado, a pesar de él, al acontecer histórico. Y nada le es extraño en el drama de su tiempo. ¡Que diga a todos, claramente, el gusto de vivir este tiempo fuerte! Pues la hora es grande y nueva parar recobrarse de nuevo. ¿Y a quién le cederíamos, pues, el honor de nuestro tiempo?....

‘No tema’, dice la Historia, quitándose un día la máscara de violencia y haciendo con la mano levantada ese ademán conciliador de la Divinidad asiática en el momento más fuerte de su danza destructora. ‘No temas, ni dudes, pues la duda es estéril y el temor servil. Escucha más bien ese latido rítmico que mi mano en lato imprime, renovadora, a la gran frase humana siempre en vías de creación. No es verdad que la vida pueda renegar de sí misma. Nada viviente procede de la nada, ni de la nada se enamora. Pero tampoco nada guarda forma ni medida bajo el incesante aflujo del Ser. La tragedia no finca en la metamorfosis misma. El verdadero drama del siglo está en la distancia que dejamos crecer entre el hombre temporal y el hombre intemporal. El hombre iluminado sobre una vertiente ¿irá acaso a oscurecerse en la otra? Y su maduración forzada, en una comunidad sin comunión, ¿no sería quizá una falsa madurez?

Al poeta indiviso tócale atestiguar entre nosotros la doble vocación del hombre. Y esto es alzar ante el espíritu un espejo más sensible a sus posibilidades espirituales. Es evocar en el siglo mismo una condición humana más digna del hombre original. Es asociar, en fin, más ampliamente el alma colectiva con la circulación de la energía espiritual en el mundo... Frente a la energía nuclear, la lámpara de arcilla del poeta ¿bastará para este fin? –Sí, si de la arcilla se acuerda el hombre.

Y ya es bastante, para el poeta, ser la mala conciencia de su tiempo.*


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