![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuRIgmJp4I7VCUzuhki_EKyZuAcG9Wg7xkVa_qWMhN6dVoToqC1h0Ya1fni3wMWgMbUNqVmcRtaVs00G9kTIPJl5gliL13aPOdmCGM9qtbBYM5jA2LnTLX4hgHZfY2LBlrvbIN4vba4fQ/s400/SJ+Perse.jpg)
Este fraccionamiento, como bien lo plantean Mazorco y Arispe en una hermosa lectura sobre alimentación y soberania alimentaria, ha permitido un ser humano de no unidad, escindido, que enarbola múltiples lógicas de separación, que se concibe separado de todo, y en su antropocentrismo es capaz de catalogar a los otros seres de la naturaleza como entes vacíos y sin identidad, y que estas dicotomías lo que han hecho es desviarnos de nuestra propia identidad.
Plantean estos autores que dualidades, como por ejemplo, ser-realidad o sujeto –objeto sucumben ante la ausencia de lo sagrado y se alejan del sentimiento de Unidad que todo lo unifica pues todo ser contiene en sí mismo a todos los demás seres, por lo que todo ser es la totalidad.
Saint John Perse en su discurso reivindica la poesía frente a la ciencia cuando nos dice: La gran aventura del espíritu poético no es inferior en nada a las grandes entradas dramáticas de la ciencia moderna. O cuando se pregunta: ¿no tenemos derecho a considerar que el instrumento poético es tan legítimo como el instrumento lógico?
Pero más que reivindicar la poesía frente a la ciencia lo que SJPerse nos plantea es la unificación de ciencia y poesía en una visión de totalidad cuando nos dice que la poesía …se interna en una empresa cuya finalidad es perseguir la plena integración del hombre… y que se niega …a disociar el arte de la vida, y el amor del conocimiento, es acción, es pasión, es poder y es renovación que siempre desplaza los lindes. El amor es su hogar, la insumisión su ley, y su lugar está siempre en la anticipación. Nunca quiere ser ausencia ni rechazo. Y el poeta en su actividad nos enlaza con la permanencia y la unidad del ser.
Esto fue planteado ya por Goethe quien es uno de los ejemplos más claros de la dualidad ciencia-poesia que expone SJPerse. Manfred Max Neff en una hermosa reflexión titulada: Del saber al comprender: navegaciones y regresos, que trata sobre las rutas recorridas, y las rutas rechazadas, por la humanidad hasta el presente, que nos han hecho los seres que hoy somos y nos ha conducido al mundo insostenible en que hoy vivimos y ha cómo nos aproximamos a la realidad, cómo hacemos ciencia. Nos dice Max Neff sobre este poeta que sus …contribuciones científicas fueron injustamente opacadas por mucho tiempo, quizás por ser demasiado heterodoxas para su época, o porque parecía absurdo e inaceptable que un poeta pudiera incursionar en la ciencia… Los poetas han sido, como toda la humanidad, victimas del reduccionismo al que nos ha sometido el paradigma positivista, de la no unidad, que nos limita e impide un acercamiento mas profundo con la realidad.
Max Neff citando a Jeremy Naydler en “Goethe on Science”, indica que para Goethe: “La ciencia es tanto una ruta interior de desarrollo espiritual, como una disciplina destinada a acumular conocimiento sobre el mundo físico. Implica no sólo la preparación rigurosa de nuestras facultades de observación y reflexión, sino además de otras facultades humanas que puedan sintonizarnos con la dimensión espiritual que subyace e interpenetra lo físico: facultados como sentimiento, imaginación e intuición”. Según Max Neff la ciencia, como Goethe la concebía y practicaba, tiene como propósito supremo la excitación de nuestra capacidad de asombro, a través de un mirar contemplativo (Anschauung), en que el científico llega a ver a Dios en la Naturaleza, y la Naturaleza en Dios.
En ambos poetas encuentro el planteamiento de ruptura de dualidades como ciencia-poesía, filosofía-poesía y la búsqueda necesaria de su integración en un todo, en ambos poetas encuentro la necesidad de reivindicar la espiritualidad y la intuición, el movimiento y el cambio como aspectos esenciales para aproximarnos a la realidad.
Para terminar, y saliéndome del tema tratado, cuando leí este discurso me pregunté lo mismo que se planteó Eduardo Galeano, hace unos años atrás, cuando se cuestionó el premio Nóbel que se le había otorgado a Rigoberto Menchú con el argumento de: sí se lo merecía o no. Galeano, no se preguntaba si RMenchú se merecía el Nóbel, sino más bien, si el Nóbel se merecía a RMénchu, yo haría la misma pregunta ¿el premio Nóbel se merece a Saint John Perse? A pesar que ambos lo recibieron creo que no.
Manfred A. Max-Neef ( ). Del saber al comprender: navegaciones y regresos.
Universidad Austral de Chile. Valdivia, Chile
Maya Rivera Mazorco y Sergio Arispe Barrientos (2008). La soberanía alimentaría
como proceso de re-familiarización. Publicado en Rebelión
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=63228
No hay comentarios:
Publicar un comentario